BUENOS AIRES.- La Policía Científica de Montevideo comenzó ayer los peritajes en la mochila de la adolescente argentina asesinada en ese país, Lola Chomnalez, en busca de datos que permitan identificar al autor del crimen, mientras continuaron los ratrillajes para encontrar el cuchillo que habría sido utilizado para el homicidio.
Fuentes de la investigación reportaron a medios uruguayos que buscan huellas digitales o rastros de sangre para identificar el ADN del homicida. La mochila, en la que había un libro, un pareo, su Documento Nacional de Identidad y la billetera sin el dinero que tenía la adolescente, fue hallada el miércoles a 150 metros del lugar donde se encontró el cuerpo de la joven.
La Policía Científica de Montevideo también analiza un trozo de madera, al parecer con cabellos, colillas de cigarrillos y una prenda de hombre, que estaban cerca de la mochila.
La Policía del departamento de Rocha, en tanto, continuaba con tareas de rastrillaje en busca del cuchillo con el que fue herida la adolescente, en el balneario donde encontraron el cuerpo y la mochila.
El bolso de Chomnalez fue hallado un día después de que la jueza penal uruguaya Silvia Urioste quedara a cargo de la investigación, tras una licencia en la que fue reemplazada por la magistrada Marcela López Moroy.
El cuerpo de Chomnalez había sido hallado el 30 de diciembre, dos días después de su desaparición, entre el balneario Barra de Valizas y Aguas Dulces, en el departamento Rocha.
La familia de la menor de 15 años había informado que, al momento de su desaparición, llevaba en la mochila $ 2.500 y un libro. El Ministerio del Interior uruguayo informó en un comunicado que la mochila constituye uno de los principales objetos que podrían arrojar luz al caso.
Fuentes de la Policía de ese país manifestaron que buscan a un hombre de Montevideo que trabaja como changador, quien fue visto en el balneario el día en que desapareció la adolescente.
Chomnalez había llegado un día antes de su desaparición a Barra de Valizas para pasar unos días con su madrina y su familia. Desde el hallazgo del cuerpo, y hasta el 8 de enero, la jueza López Moroy detuvo y luego liberó a nueve personas e indagó a la madrina de la adolescente, Claudia Fernández, y a su esposo, Hernán Tuzinkevich.
También fueron citadas 13 personas para declarar por el caso en la seccional 4ª de la ciudad de Castillos. El último detenido, también liberado, fue un albañil conocido como “Conejo”, cuyo retrato hablado fue difundido en medios de comunicación.
La autopsia reveló que antes de morir sofocada en la arena la adolescente fue cortada en el cuello con un cuchillo poco afilado y recibió puntazos en el brazo derecho. (DyN)